Evaluando la huella de carbono
Un aspecto importante para determinar la sustentabilidad del Tren Maya es cuantificar su huella de carbono esperada y compararla con otros medios de transporte.
De acuerdo con un "estudio de la Facultad de Ingeniería de la UNAM presentado en junio", la huella de carbono del Tren Maya será hasta 6 veces menor en comparación con el transporte carretero y aéreo en la región.
Esto se debe principalmente a que el tren operará con electricidad, evitando emisiones directas de dióxido de carbono.
"Tomando en cuenta su combinación energética programada, se estima que el Tren Maya emitiría anualmente alrededor de 2 gramos de CO2 por pasajero-kilómetro transportado".
Energía renovable, ¿realidad o aspiración?
Si bien el tren eléctrico implica menores emisiones, la sustentabilidad del proyecto dependerá en gran medida del origen de la electricidad que utilice.
El "Manifiesto de Impacto Ambiental del Tren Maya" establece que "al menos el 70% de la energía provendría de fuentes renovables como solar, eólica e hidroeléctrica".
Sin embargo, analistas ambientalistas consideran poco realista que se concrete este compromiso. Argumentan que la red eléctrica del sureste depende altamente de energía fósil y lograr esos niveles de renovables requeriría fuertes inversiones adicionales.
Riesgos a ecosistemas
Otro aspecto que cuestiona la sustentabilidad del megaproyecto son los potenciales daños a la biodiversidad de la península de Yucatán, hogar de ecosistemas frágiles como cenotes, ríos subterráneos, selva mediana y manglares.
“Aunque se han realizado estudios de impacto ambiental, una obra de esta magnitud inevitablemente tendrá efectos sobre la flora y fauna nativa”, advierte Fernanda Micha, Secretaria de Medio Ambiente de Campeche.
Por ello, organizaciones ecologistas nacionales e internacionales han manifestado su preocupación por los riesgos ambientales del tren, y llamado al gobierno mexicano a fortalecer los compromisos y medidas de protección ambiental.
Mitigación ambiental
Ante las críticas y preocupaciones, el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (FONATUR) asegura que el Tren Maya cumplirá con los más altos estándares internacionales de sustentabilidad y mínimo impacto ambiental.
Respecto a las medidas de mitigación, Rogelio Jiménez Pons, titular del FONATUR, afirmó que
"se reforestarán todas las zonas impactadas, se protegerán estrictamente los cenotes y se contará con las más modernas tecnologías para el ahorro de agua y electricidad".
Asimismo, garantizó un meticuloso monitoreo ambiental tanto en la construcción como durante la operación del tren para detectar y corregir cualquier efecto adverso.
De lograr avanzar sinceramente en estos aspectos, el Tren Maya sí podría presumir ser uno de los medios de transporte más “verdes” de México. De otra forma, las promesas ecológicas del megaproyecto se quedarán cortas ante la realidad.