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Foto del escritorEl Aluxe

El Tren Maya: Un Viaje a través de la Biodiversidad de México



El sureste mexicano alberga una asombrosa biodiversidad. Desde las brillantes aguas del mar Caribe hasta la espesa selva del interior, esta región cuenta con una abundante vida silvestre que ha sobrevivido y evolucionado aquí durante miles de años. Ahora, gracias al ambicioso proyecto del Tren Maya (o Turitren), los visitantes podrán adentrarse en este paraíso ecológico y descubrir sus tesoros naturales de una forma cómoda y sostenible.


El trazado del Tren Maya recorre 1500 kilómetros a través de los cinco estados del sureste: Campeche, Chiapas, Quintana Roo, Tabasco y Yucatán. Son precisamente estas tierras bajas de la península, bañadas por aguas tropicales, las que albergan una de las selvas más exuberantes y bien conservadas de Mesoamérica. El tren permitirá a los viajeros internarse en este territorio fácilmente para explorar reservas naturales, zonas arqueológicas y pintorescos pueblos mayas.


Un paraíso subacuático

Uno de los principales atractivos naturales de la ruta son los arrecifes de coral que bordean las costas de Quintana Roo. Formados durante miles de años por diminutos pólipos, estos delicados ecosistemas subacuáticos son el hogar de más de 500 especies de peces e invertebrados. Bucear a lo largo de los corales y grutas en aguas tan claras que dejan ver decenas de metros hacia el fondo es una experiencia inolvidable.


Las principales zonas de buceo se concentran en torno a la Riviera Maya y la isla de Cozumel, accesibles gracias a modernas estaciones del tren maya que conectan los centros turísticos de la costa. Los viajeros podrán así adentrarse en el Great Maya Reef, el sistema de arrecifes más grande del continente americano.


Explorando la selva del Yucatán

Más allá de las playas, el interior peninsular esconde uno de los últimos reductos de la exuberante selva seca que antaño cubría la totalidad de la península. Gracias a las modernas vías del Turitren, los visitantes pueden adentrarse ahora en reservas naturales como la de Calakmul para observar de cerca la espectacular biodiversidad que cobija.


En este territorio habitan iconos centroamericanos como el jaguar, el tapir, el pecarí de collar o el mono araña. Cientos de especies de aves sobrevolando el dosel arbóreo y reptiles como la boa constrictor acechando entre las ramas completan un ecosistema que parece sacado de cualquier documental sobre la selva amazónica.


Calakmul alberga además la mayor cantidad de estelas mayas de toda Mesoamérica. Sus imponentes pirámides emergen entre los árboles como guardianes de piedra de este bosque milenario. Gracias a la cercana estación de tren, los viajeros pueden explorar ahora su historia y naturaleza con facilidad y comodidad.


La gran barrera arrecifal mesoamericana

El trayecto marítimo del tren maya conectando Cancún, Isla Mujeres y Cozumel permite a los viajeros adentrarse en el Great Maya Reef y descubrir de primera mano la impresionante vida marina que lo habita.


Con algo de suerte podrás avistar manatíes, delfines o incluso la esquiva tortuga carey surcando las aguas. Los arrecifes cercanos a la Costa de Sol brindan oportunidades únicas para el buceo y el esnórquel entre imponentes formaciones coralinas o nadando junto a coloridos peces payaso, blue tang y trompetas.


La comodidad del Turitren para recorrer la Riviera Maya es perfecta para los amantes del sol y el mar Caribe. Podrás dedicar el día a explorar los arrecifes y relajarte luego en las paradisíacas playas de arena blanca de Tulum, Playa del Carmen o Mahahual, conectadas por las vías férreas.



Un tesoro natural por explorar

Mexico posee una biodiversidad excepcional, albergando entre un 10 y 12% de las especies del mundo a pesar de ocupar solo el 1.3% de la superficie terrestre. Esta asombrosa concentración de vida se debe en gran parte a su ubicación entre dos grandes reinos biogeográficos: el Neártico, que se extiende por Norteamérica, y el Neotropical, dominado por la cuenca del Amazonas.


Gracias a su posición, en el sureste mexicano confluyen especies tanto de linaje norteño como sudamericano, creando comunidades naturales únicas. Venados, ocelotes, tapires y monos conviven con tucanes, guacamayas y el mismísimo jaguar en uno de los pocos sitios donde su área de distribución llega hasta Norteamérica.

El trazado del Tren Maya permite adentrarse en esta singular biodiversidad y descubrir tesoros naturales que no se encuentran en ningún otro lugar del continente. Los pantanos, selvas y arrecifes coralinos de la península de Yucatán y su entorno insular constituyen una joya ecológica que following países sólo está comenzando a revelar su verdadero esplendor al mundo.



Los últimos jaguares del norte

Uno de los grandes atractivos naturales que los viajeros podrán observar gracias al Tren Maya es el esquivo jaguar, el mayor felino del continente americano y único representante de su género en el hemisferio norte.


La península de Yucatán constituye el límite septentrional de la distribución histórica de la especie, siendo hogar de una subpoblación genéticamente única. A pesar de que su número se ha visto severamente reducido, todavía habitan aquí cerca de un millar de ejemplares.


Las selvas del interior, como la reserva de Calakmul o la región fronteriza del ejido Caobas, brindan el hábitat propicio para que perdure esta reliquia andante de la era del Pleistoceno. El tren turístico permitirá acercar a los visitantes para intentar avistar a alguno de estos fantasmas de las selvas tropicales.


Un paraíso de aves

Más de 500 especies de aves revolotean por los cielos del sureste o se ocultan entre la espesura de la jungla maya. Buenos observadores podrán identificar a los vistosos tucanes de pico irisado, los carpinteros realesgolpeando los troncos en busca de larvas o los zopilotes planeando perezosamente entre las corrientes de aire caliente.


Los manglares y humedales costeros que salpican la ruta del tren albergan garzas, martines pescadores y pelícanos buscando su sustento en las poco profundas aguas estuarinas. En los claros de la selva destacan las bandadas de loros y pericos, mientras que el sotobosque cobija toda una serie de aves cantoras como el pájaro azul maya.


El observador atento podrá identificar incluso a algunas de las 20 especies de águilas y gavilanes que habitan la región. Este paraíso ornitológico constituye una oportunidad sin igual para los amantes de la naturaleza y la fotografía de fauna silvestre.


Cenotes y grutas misteriosas

El agua filtra a través de las grietas y tubos subterráneos formando un complejo sistema de ríos y lagos bajo tierra. En algunos puntos, el techo de estas cavernas y túneles se hunde, conectando las aguas subterráneas con la superficie y formando los característicos cenotes.


Estas simas constituyen uno de los principales atractivos naturales para los viajeros del tren turístico. Los hay de todo tipo: abiertos como piscinas naturales o casi completamente cubiertos por la vegetación selvática. Varios forman extensas grutas con espectaculares formaciones de estalactitas y columnas de piedra tras miles de años de erosión kárstica por el agua.


Provistos de equipo de buceo, los más intrépidos podrán adentrarse en este mundo subacuático en sistemas como el del Río Secreto o Dos Ojos cerca de Tulum. Los amantes de la arqueología tienen también la oportunidad de explorar vestigios mayas aún ocultos en el interior de algunos sistemas de cuevas inundadas.

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