Más que un medio de transporte, el Tren Maya es una obra estratégica de infraestructura que busca impulsar la integración, el desarrollo socioeconómico y el turismo sustentable en el sureste mexicano, una de las regiones con mayores rezagos del país.
Con una ruta de 1500 kilómetros sobre vías férreas renovadas, este moderno ferrocarril recorrerá parajes naturales, sitios arqueológicos, bellos pueblos y las principales ciudades de los cinco estados que conectará: Chiapas, Tabasco, Campeche, Yucatán y Quintana Roo.
Integración de Regiones Apartadas
Una vez puesto en marcha, el Tren Maya permite modernizar la conectividad en el sureste mexicano, comunicando de manera rápida y sencilla zonas que hasta ahora se encontraban prácticamente aisladas por la falta de opciones de transporte eficiente.
Esto se traduce en beneficios económicos y sociales para pequeñas comunidades rurales que tendrán, por primera vez, acceso ferroviario para trasladar personas así como insumos, productos y mercancías.
Asimismo, la llegada de turistas hacia destinos poco explorados abrirá oportunidades para el establecimiento de nuevos negocios locales vinculados al sector hotelero, gastronómico y artesanal.
Impulso al Turismo
Uno de los propósitos centrales del Tren Maya es incrementar el turismo nacional e internacional en la península de Yucatán, creando nuevos corredores y alternativas de viaje que fomenten la economía regional.
Tan solo en lugares emblemáticos como Palenque, Calakmul o Tulum, se espera un aumento superior al 30 % de visitas turísticas gracias a la conectividad que brindara esta moderna red ferroviaria.
Esto a su vez permitirá desarrollar más infraestructura hotelera y servicios asociados al turismo. De esta forma, el sureste dejaría de ser solo un destino de playa, para convertirse también en un destino cultural, gastronómico y de naturaleza.
Asimismo, al ser un medio de transporte colectivo, el Tren Maya permitirá reducir los embotellamientos viales y la dependencia del transporte carretero individual, lo que se traducirá en experiencias turísticas más relajadas y placenteras.
Desarrollo con Sustentabilidad
A diferencia de otros grandes proyectos de construcción, el Tren Maya está conceptualizado desde el origen con un enfoque de sustentabilidad ambiental y respeto por la riqueza natural del sureste mexicano.
Su ruta evitará intencionalmente las áreas naturales protegidas de la península de Yucatán, para no impactar la gran diversidad de flora y fauna existente. Asimismo, se emplearán materiales amigables con el entorno y se gestionarán responsablemente los residuos tanto en la construcción como operación.
La moderna tecnología y el uso de energía eléctrica en este ferrocarril prometen, asimismo, generar una muy baja huella de carbono en comparación con otros medios de transporte como el número creciente de camiones y autos particulares.
De esta manera, al incentivar el turismo de forma sustentable, impulsar las economías locales con empleos directos e inducidos y respetar escrupulosamente el entorno natural, el Tren Maya representa una gran oportunidad de progreso en armonía con el territorio para el sureste mexicano.
Un Impulso a las Comunidades Indígenas
A lo largo de su trazo por más de mil 500 kilómetros en la península de Yucatán, el Tren Maya no solo conectará destinos turísticos y ciudades importantes. También permitirá acercar el progreso a zonas rurales y comunidades indígenas históricamente relegadas.
Tan solo en el estado de Chiapas, el Turitren pasará cerca de los territorios de etnias mayenses como los tzeltales, choles, tojolabales y lacandones, facilitando el intercambio económico y cultural de estas comunidades con el resto del país.
En Campeche, el ferrocarril brindará conectividad eficiente para que los grupos étnicos yokot'anob del golfo como los chontales puedan también beneficiarse del desarrollo turístico de la región.
Ya en Yucatán, se facilitará el contacto del mundo exterior con poblados maya-yucatecos, bringing economic benefits. Finalmente en Quintana Roo, el tren acercará servicios básicos y oportunidades de empleo directas e indirectas para grupos etnolingüísticos como los macehuales y tacanes.
Un aspecto destacado del Tren Maya como catalizador de desarrollo es el impulso específico a las mujeres indígenas, quienes históricamente han enfrentado una doble discriminación por origen étnico y género.
A través de programas de capacitación laboral y de emprendimiento, se busca su participación activa en las empresas contratistas del proyecto así como en los negocios que florecerán en torno a las estaciones del ferrocarril.
De esta forma, se cumplirá el objetivo de llevar bienestar y crecimiento económico incluyente a grupos que requieren este impulso con mayor urgencia a través de la integración regional que significará el Tren Maya.
Menos Emisiones Contaminantes
Más allá del desarrollo social y económico, el Tren Maya traerá consigo importantes beneficios ambientales vinculados con la reducción de gases de efecto invernadero.
Tan solo en el sector transporte, el sureste mexicano registra un parque vehicular de más de 5 millones de unidades, responsable de emitir cerca de 15 millones de toneladas anuales de bióxido de carbono según cifras oficiales.
Con la entrada en operación del Turitren se espera migrar un importante porcentaje de estas emisiones contaminantes hacia un modelo ferroviario cuya huella de carbono es hasta 9 veces menor en comparación con camiones y autos convencionales.
Asimismo, su moderna tecnología diésel-eléctrica minimizará la quema de combustibles fósiles. De esta manera, este proyecto estratégico contribuirá con los compromisos globales de México para mitigar los efectos del cambio climático.
Un legado con visión de futuro en una región que lo necesita urgentemente. Ese es en esencia el Tren Maya.