A solo unos minutos al norte de la encantadora ciudad de Tizimín, en el corazón de la Península de Yucatán, se encuentra un tesoro arqueológico esperando ser descubierto: Ek Balam. Este antiguo sitio maya, con sus imponentes pirámides y su intrincada arquitectura, es una ventana al pasado glorioso de esta civilización ancestral, y con la llegada del proyecto del Tren Maya, su acceso se vuelve aún más accesible para los viajeros aventureros en busca de historia y cultura.
Ek Balam, cuyo nombre se traduce como "Jaguar Negro", es una de las joyas arqueológicas de Yucatán, y su importancia histórica y cultural no puede ser exagerada. Este complejo urbano, que se remonta al período clásico de la civilización maya, se extiende sobre una vasta área de aproximadamente 12 kilómetros cuadrados, y cuenta con una serie de estructuras impresionantes que incluyen pirámides, palacios, templos y murallas defensivas.
Ek Balam, un término en lengua maya yucateca, fusiona los vocablos "ek'", que denota el color negro y también se interpreta como "lucero" o "estrella", y "balam", que significa "jaguar". De esta manera, su traducción puede interpretarse como "jaguar-oscuro" o "jaguar-negro". Sin embargo, en la región, algunos hablantes de maya también lo interpretan como "lucero-jaguar". En la Relación de Ek' Balam, escrita en 1579 por el encomendero Juan Gutiérrez Picón, se hace referencia al nombre del sitio, atribuyéndolo a un gran señor llamado Ek Balam o Coch Cal Balam, quien supuestamente lo fundó y gobernó durante 40 años. No obstante, la evidencia arqueológica no ha proporcionado pruebas concluyentes sobre la existencia de dicho personaje. Por otro lado, el glifo emblema hallado en monumentos de piedra, conocidos como Las Serpientes Jeroglíficas, menciona el nombre del sitio tal como se le conoce en el período Clásico.
Una de las características más destacadas de Ek Balam es su acrópolis central, que incluye la pirámide de la Tumba, una imponente estructura que se eleva a más de 30 metros de altura y ofrece vistas espectaculares de la selva circundante. En su interior, los arqueólogos han descubierto una serie de tumbas ornamentadas con frisos y estelas talladas, que revelan detalles fascinantes sobre la vida y las creencias de los antiguos habitantes de Ek Balam.
Además de la pirámide de la Tumba, Ek Balam alberga una serie de otros edificios y estructuras, incluyendo el Palacio Oval, la Acrópolis Este y el Juego de Pelota, que dan testimonio del esplendor y la sofisticación de la civilización maya. Los visitantes de Ek Balam pueden explorar estos vestigios impresionantes mientras se sumergen en la historia y el misterio de esta antigua ciudad.
Pero la conexión entre Ek Balam y el proyecto del Tren Maya va más allá de la conveniencia logística. Este ambicioso proyecto de infraestructura ferroviaria tiene el potencial de transformar la forma en que los viajeros acceden a sitios arqueológicos como Ek Balam, facilitando su visita y promoviendo el turismo sostenible en la región. Con estaciones planificadas en ciudades cercanas como Tizimín, el Tren Maya brindará a los viajeros la oportunidad de explorar las maravillas de Ek Balam y otros destinos culturales y naturales de Yucatán de manera conveniente y respetuosa con el medio ambiente.
En resumen, Ek Balam representa no solo un testimonio tangible del legado de la civilización maya, sino también un destino emocionante para los viajeros que buscan sumergirse en la historia y la cultura de Yucatán. Con la llegada del proyecto del Tren Maya, este tesoro arqueológico se vuelve más accesible que nunca, ofreciendo una experiencia inolvidable para aquellos que deseen explorar las maravillas de este antiguo sitio desde la comodidad y la conveniencia de un viaje en tren.