El ambicioso proyecto del Tren Maya es uno de los principales ejes del desarrollo planeado por el actual gobierno federal para el sureste mexicano. Se espera que la megaobra ferroviaria traiga consigo múltiples beneficios económicos que impulsen el progreso de la región.
Con una inversión prevista de más de 150 mil millones de pesos, el Tren Maya recorrerá 1,554 kilómetros en los estados de Tabasco, Campeche, Chiapas, Yucatán y Quintana Roo. A continuación analizamos los impactos económicos positivos que se proyectan.
Incremento en turismo nacional e internacional
Uno de los principales objetivos del proyecto del Tren Maya es aumentar el flujo turístico hacia los destinos del sureste, aprovechando su vasto patrimonio cultural, arqueológico y natural. Tan solo en Yucatán la expectativa es que la afluencia de visitantes pase de 6 a 10 millones anuales.
Se busca diversificar los polos turísticos, que actualmente se concentran en Cancún y la Riviera Maya, hacia sitios con gran potencial como Palenque, Calakmul o Izamal. Los viajeros podrán trasladarse de forma ágil y sustentable.
Recuperación económica tras la pandemia
Tras la crisis por el COVID-19, el Tren Maya se perfila como un vehículo para reactivar las economías locales e impulsar la recuperación del sector turístico, tan importante en los estados del sureste. Los derrames económicos del proyecto serán fundamentales.
Tan solo la construcción está generando miles de empleos directos e indirectos en una región que cuenta con altos niveles de marginación. Y en la fase operativa, se calculan 30 mil nuevos puestos de trabajo permanentes.
Desarrollo de polos de inversión
A lo largo de la ruta del Tren Maya se planea desarrollar polos de inversión en torno a parques temáticos, desarrollos inmobiliarios turísticos y nuevas zonas industrializadas. Esto detonará el crecimiento económico en municipios que anteriormente no estaban en el radar de los grandes capitales.
Selva Maya, Aeropuerto Internacional de Tulum y el Tren Transpeninsular son algunos de los proyectos que llegarían de la mano del tren, dinamizando las economías locales. Se espera una derrama de 100 mil millones de pesos por inversiones complementarias.
Nuevas oportunidades de negocio
Desde restaurantes y hoteles hasta servicios de transporte terrestre y empresas de alquiler de autos, el Tren Maya abrirá grandes oportunidades de negocio en torno al turismo que los emprendedores locales deben aprovechar.
Se requerirán guías multilingües, intérpretes culturales, chefs, además de productores de artesanía y alimentos regionales para satisfacer la demanda generada. El tren impulsará el mercado interno.
Mayor conectividad e intercambio comercial
Al acercar las ciudades y pueblos del sureste, el Tren Maya facilitará el intercambio comercial de bienes y servicios entre municipios y estados de la región que históricamente han estado inconexos. Esto a su vez se traducirá en ahorros y eficiencia para empresas locales.
Además, conectará economías complementarias como el sector agrícola de Campeche con los centros turísticos de Quintana Roo donde puede colocar sus productos. El tren también vinculará de mejor forma los puertos del Golfo con el Pacífico vía el Istmo de Tehuantepec.